Era un miercoles y llegaba de hacer unas compras en el centro... todo parecía ser un día miercoles como cualquier otro.
Antes de subir a mi cuarto voy algo de beber a la tienda de la cuadra y como siempre el viejo verde que la atiende me saluda a mi y luego a mis tetas, pues no disimula en mirarlas y hacerse notar en ello.
Como cualquiera que llega agobiado por el calor solté lo que llevaba y me quité los zapatos al entrar a mi habitación..... quitarme los jeans y ponerme cómoda...
El pelo suelto se enredaba en mi cuello como los cabellos de medusa y tuve que esposarlo con lo primero que tuve a la mano para que no me enloqueciera pero el hacía de las suyas...
Fue entonces cuando tomé la decisión de entrar a la tina y refrescarme un poco pero lo que hice me acaloró de otra manera....
Entro al baño, abro la llave de la tina y una mezcla de agua y aromatizante empieza a llenar el vacío de la vieja tina que algún dia alguien puso allí sin saber que esta sería testigo y complice de muchos desahogos sexuales.
Termino de desnudarme lentamente y entro paso a paso a lo que sería mi altar para alcanzar el climax...
Empiezo a acariciar mi cuerpo para disminuir ese brusco cambio pero sin darme cuenta mis esfuerzos por calentarme me terminan excitando como nunca antes..
Y que mas podía suceder? era una aburrida tarde de miercoles y estaba sola en mi mundo, detro de lo que parecía ser las escaleras del cielo y solo deseaba subirlas..
Aunque sentía que tenia control sobre la situación no fue así cuando mis manos llegaron a mi pelvis pues al tocar mi clitoris mi mente se nubló y por un momento olvidé quien era y en donde me encontraba.
En ese momento no me importó quien era y que era pues estaba camino a alcanzar el cielo... algo tan místico como fantasioso...
Creo que la sensacion vivida en ese momento se puede igualar a la del nirvana del que tanto hablaba Buda... Te desprendes de todo lo material y todo lo mundano.
El orgasmo es un regalo de los dioses que nos comparten para hacernos vivir por un momento la inmortalidad de un instante en el que dejas de ser la persona que crees que eres para encontrarte con quien realmente eres.
Los angeles en el cielo cantan en coro y sus sonidos son gemidos pues mis gemidos eran los que guiaban al resto de ellos quienes me daban libre acceso a todos mis apasionados canticos..
No se cuanto tiempo duro, pero su duracion no interrumpió mi disfrute libidinal...